Las empresas se enfrentan a decisiones difíciles sobre el rendimiento y la capacidad de sus redes locales (LAN) existentes, al considerar cómo introducir una nueva generación de servicios, mejorar la productividad, reducir los costes y crear una ventaja competitiva. Como la conectividad requerida por los dispositivos y usuarios aumenta de megabits a un gigabit, se recomiendan nuevos cables y conmutadores de cobre para un mejor rendimiento. Sin embargo, esta actualización es intensiva en mano de obra y en costos. Además, los requisitos de capacidad seguirán creciendo y eventualmente se moverán hacia 10 gigabits por segundo. La alternativa lógica es instalar una red basada en fibra que pueda manejar velocidades mucho más allá de un gigabit. La LAN óptica es una solución basada en fibra que satisface las necesidades del negocio moderno al tiempo que proporciona una evolución rentable a medida que aumentan las velocidades. La LAN óptica ofrece un rendimiento significativamente mejor que una LAN tradicional basada en cobre, lo que permite la convergencia de redes, operaciones más sencillas, mayores velocidades por usuario y hasta un 50% de ahorro en los costos operativos.